No quieras vencer el espíritu de la fornicación disputando con él: porque él sabe muy bien disputar; pues ayudado de la misma naturaleza pelea contra nosotros. El que ayudándose de su propia industria presume por sí de vencer su carne, y edificar la del espíritu, en vano trabaja. Porque si el Señor no destruyere la casa de la carne, y edificare la del espíritu, en vano trabaja el que con solo ayunar y velar sin presidio la quiere edificar. Presenta ante los ojos del Señor la natural enfermedad y flaqueza de su carne, reconociendo humildemente tu miseria; y así recibirás en tus entrañas el don de la castidad ■ San Juan Clímaco, La escala espiritual, trad. de Fray Luis de Granada
June 10, 2008
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