August 26, 2008

¡de regreso!

There is nothing training cannot do. Nothing is above its reach. It can turnbad morals to good; it can destroy bad principles and recreate good ones; it can lift men to angelships ■ Mark Twain y Cesar

August 25, 2008

Cada vez me convence más la intuición que ofrece amablemente la literatura, frente a las definiciones ásperas de la filosofía (racionalista, todo hay que decirlo, que no todo pensamiento filosófico es como una caminata por el desierto.) Hoy, haciendo limpieza en mi mesa de trabajo, he encontrado un microrrelato de Felipe Benítez Reyes que me recordó enseguida a otro de Pedro de Miguel con el mismo tema: La soledad. Y no diré con cuál soledad me quedo, sólo que me quedo con las historias que nos la muestran ■ ae

Soledad, Pedro de Miguel.

Le fui a quitar el hilo rojo que tenía sobre el hombro, como una culebrita. Sonrió y puso la mano para recogerlo de la mía. Muchas gracias, me dijo, muy amable, de dónde es usted. Y comenzamos una conversación entretenida, llena de vericuetos y anécdotas exóticas, porque los dos habíamos viajado y sufrido mucho. Me despedí al rato, prometiendo saludarle la próxima vez que le viera, y si se terciaba tomarnos un café mientras continuábamos charlando.No sé qué me movió a volver la cabeza, tan sólo unos pasos más allá. Se estaba colocando de nuevo, cuidadosamente, el hilo rojo sobre el hombro, sin duda para intentar capturar otra víctima que llenara durante unos minutos el amplio pozo de su soledad.
* * *
La soledad, Felipe Benítez Reyes

Lo remata la cabeza de un caballo encrespado, con su agitada crin y su relincho congelado en la plata. Perteneció a mi abuelo. Lo tenía sobre la mesa de su despacho y con él abría los sobres certeramente, con limpieza de maestro de esgrima: el papel sufría una herida invisible. Cuando hundía la hoja en el sobre, la cabeza de caballo parecía cabalgar como una figura de guiñol. A la muerte de mi abuelo, el despacho lo ocupó mi padre. El abrecartas no lo utilizaba: una secretaria le presentaba la correspondencia ordenada en una carpeta. A la muerte de mi padre, no puede ocupar su despacho, pero me traje a casa el abrecartas. Yo quisiera utilizarlo hábilmente como mi abuelo. Cada día acaricio la cabeza de plata de la bestia. Desde hace años espero alguna carta para ir practicando.

Acepciones

Soñar se dice de muchas maneras. No da lo mismo estar con sueño que estar en un sueño; ni da igual ser soñador que soñoliento; soñar dormido y soñar despierto. El sueño es a veces tregua, un breve adelanto del descanso eterno, o impulso agitador que sacude a la realidad cuando amenaza con contagiarse del sopor de la rutina. Hay sueños quebradizos y efímeros; otros son en cambio sólidos, sueños de suelo firme: los que se trocan en realidad ■ ae

Pa' las penas un cante...

Me encontré hace unas semanas un libro que hasta hoy no había podido empezar a leer. Cante Flamenco -pone en la tapa con letras negras- en mayúscula temblorosa, como anunciando lo que trae dentro. Hoy, aunque no tenía mucho tiempo, me metí entre sus páginas a curiosear. Y dando saltos fui a parar en la página que dedica a las soleares, bulerías, tangos y cantiñas. En la explicación de las soleares dice: "en las coplas de soleares, bulerías y tangos cabe toda la vida, sin limitaciones ni vetos. Es por eso que muchos juzgan a la soleá el más humano de los cantes." Consuelan estas coplas que llevan años de tradición, pasando de boca en boca, y en carne viva, historias centenarias que se re-estrenan cada vez que alguien se reconoce al verlas escritas. Y me encontré una que me ha hecho reírme un poco de mí mismo. La copio para mi colección de versos para la vida; de esos que hay que tener en un lugar visible de mesa de trabajo o de la habitación.


Tiro piedras a la calle;

al que le dé, que perdone;

tengo la cabeza loca

de tantas cavilaciones.

Gran género la soleá, que acoge toda la vida, incluso los jaleos de la mente del aprendiz de filosofía ■ ae

Siempre me ha extrañado lo difícil que resulta escribir sobre la plenitud. Será que estamos menos familiarizados con la vida colmada, y escribimos mejor sobre lo que conocemos más. A veces me asomo a los estantes de la biblioteca como un pecador irredento en busca de la salvación. Es una ingenuidad. Lo sé. Pero más de una vez he encontrado descanso, consuelo y horizontes amplios en los libros. De modo que, me reconozco ingenuo, mas no del todo. Es muy probable que se haya escrito ya el libro que estoy deseando leer. Es menos probable que se haya inventado el modo de encontrarlo (subjetivo que es uno...)
En todo caso, me parece curiosa la relación entre escritura y felicidad. No soy yo el primera ni el última que se ha fijado en esta pequeña paradoja. Es muy difícil escribir en la abundancia, encontrar metáforas adecuadas para la alegría. A veces pienso que el arte abstracto es lo que más de puede acercar a una representación de la plenitud. Un lienzo blanco, texturas, juegos de luz. Plenitud de luz diáfana que se extiende por todo el espacio del cuadro sin dejar una sola grieta... No se puede retratar el sol de cerca. ¿Qué diferencia habría entre una estrella y una gran hoguera si no se acierta con la distancia justa que nos permita mirarlas en sus verdadera dimensión? A veces pasa lo mismo con la alegría. No se distinguen sus contornos. Cuando nos envuelve, sin dejar paso ni a la más mínima sombra de tristeza, ¿cómo decir, si decir es delimitar? Cuando llegan las sombras aparece el cuadro. Hay distinción. Nos apoyamos en las sombras para gustar de la vivacidad de la luz, para desearla, para intuir una claridad análoga que llegue a iluminar todos los pliegues del alma. ¿Se escribe porque se es feliz? ¿Se escribe para serlo? ¿Escribir es recordar o proyectar una plenitud ausente? En todo caso, eso, la ausencia de plenitud, el saber que falta mucho o poco para..., la presencia del deseo no cumplido es necesario para volcarse sobre un papel. La creación entonces es ambigua, nos colma saciándonos de ausencias, o nos permite poner en el mundo todo lo que echamos en falta ■ ae

August 20, 2008

te perdono el monton de palabras que haz soplado en mi oido desde que te conozco, te perdono tus fotos y tus gatos tus comidas afuera cervezas y cigarros es mas..te perdono andar como tú andas tus zapatos de nube tus dientes y tu pelo te perdono los cientos de razones los miles de problema sen fin.. te perdono no amarme lo que no te perdono es haberme besado con tanta alevosia tengo testigos la madrugada y el frio y eso si que no te lo perdono pues si te lo perdono seguro.... seguro que lo olvido ■
(la imagen forma parte de la obra del gran artista tapatío Adrián Laris Matthews, y puede verse completa en: http://www.flickr.com/photos/adrianlarismatthews_/)
El Amor volvió a encontrarme, después de haberme buscado en todos los confines del mundo. El Amor volvió a encontrarme a pesar de haber montado una barrera de perjuicios, certezas y libros de estudio ■ ae
(la imagen forma parte de la obra del gran artista tapatío Adrián Laris Matthews, y puede verse completa en: http://www.flickr.com/photos/adrianlarismatthews_/)

día a día

Ilumina tu rostro con una sonrisa, y regálala a quien nunca la ha tenido, y hazlo sonreír contigo. Toma una chispa de sol y hazla volar donde reina la noche e ilumínala y haz que surjan todas las estrellas. Toma un río de agua y haz bañar en él a quien vive en el lodo. Toma una lágrima, ponla en el rostro y el alma de quien nunca ha llorado. Toma el sentimiento mágico de la vida y otórgalo a quien no sabe encontrarlo. Toma la esperanza, vive en su luz y repártela a todos. Toma de la bondad lo más hermoso y dónalo a quien no sabe donar. Descubre el amor verdadero y hazlo conocer al mundo ■ Mahatma Gandhi
(la imagen forma parte de la obra del gran artista tapatío Adrián Laris Matthews, y puede verse completa en: http://www.flickr.com/photos/adrianlarismatthews_/)
Duro es el camino y sé que no es fácil
no sé si habrá tiempo para descansar
en esta aventura de amor y coraje
solo hay que cerrar los ojos y echarse a volar
y cuando el corazón galope fuerte, déjalo salir
no existe la razón que venza la pasión, las ganas de reír.

Puedes creer, puedes soñar
abre tus alas, aquí está tu libertad
y no pierdas tiempo, escucha al viento
canta por lo que vendrá
no es tan difícil que aprendas a volar.

No pierdas la fe, no pierdas la calma
aunque a veces este mundo no pide perdón
grita aunque te duela, llora si hace falta
limpia las heridas que cura el amor
y cuando el corazón galope fuerte, déjalo salir
no existe la razón que venza la pasión, las ganas de reír
Puedes creer, puedes soñar...
Y no apures el camino, al fin todo llegará
cada luz, cada mañana, todo espera en su lugar
Puedes creer, puedes soñar ■ ae

(la imagen forma parte de la obra del gran artista tapatío Adrián Laris Matthews, y puede verse completa en: http://www.flickr.com/photos/adrianlarismatthews_/)
Si tú quieres, serás como un velero, navegante de la vida por mares inciertos, creador de estelas, portador de sueños rumbo a la felicidad. Ese puerto que queremos, que algunos lograron y otros, tras rozarlo de cerca, lo perdieron. Pon rumbo, iza velas, leva anclas, abre el mapa de tus proyectos, y con la tripulación de ilusiones y sueños, hazte a la mar de la vida aprovechando los vientos. Navegando a flote de la experiencia, llena tu barca de valores y de proyectos, llénala de fe y esperanzas. De ese modo podrás navegar con los faros de tus ideales y tendrás así una misión en cada puerto ■ ae

August 18, 2008

El cielo son nuestros sueños imposibles, más allá de las rejas de este mundo. El conocimiento de la Verdad y de uno mísmo ■ ae

(la imagen forma parte de la obra del gran artista tapatío Adrián Laris Matthews, y puede verse completa en: http://www.flickr.com/photos/adrianlarismatthews_/)

August 07, 2008

CesSaRe mAGno


Magno, Si amaneces abrazado a tu almohada
y aún con somnoliente sorpresa permaneces así unos minutos
como si detrás de la funda, escondido en su relleno, aguardara un rostro ó una mirada (quizá
la encarnación de esa esquiva fantasía que a menudo emana de tus delirios
la réplica no, no, el original de esas réplicas que muy de vez en cuando te cruza por la mente);
si esperas que el cojín se convierta en bola de cristal
y te revele el futuro, anhelado desde el pasado más remoto,
entonces eres un loco.
Y los locos ríen, mi hermano; los locos hablan con las nubes
se sientan a escuchar la balada de la lluvia;
juegan con los niños sin haber dejado de serlo ellos mismos,
besan como si mañana prohibieran besarse,
aún más: besan como si en ése instante todo cupiera entre labios,
como si al alma no le bastara un pecho para ubicarse.
Los locos escriben trocitos de presente que regalan,
persiguen un sueño convencidos de que más vale pájaro volando que
ciento en mano.
Los locos buscan con sus ojos extraviados otros chiflados que sepan y quieran perderse en los mismos bosques sin importar lo que tarden en encontrar el camino de vuelta,
si es que quieren hallarlo.
Los locos sólo sonríen de corazón si te reencuentran
y rara vez regresan de veras.
Mientras se empapan de rocío se llena de lodo,
encontrados de luz se llenan el pelo de rastas de arena y sal.
Y si el loco comete el terrible error de entregarse a la cordura,
si toma con fuerza los estribos, si encuentra de pronto la razón,
si pasa revista y no faltan tornillos,
entonces comienza a guarecerse del aguacero
a no salirse del sendero a plegar las alas de albatros,
a no deternse a contemplar los hongos.

Magno: si vives cada momento de tu vida
convencido de que no importa qué te llevó hasta ahí
qué te traerá el nuevo sol;
si para ti es tan obvio que otra alma te espera desde siempre,
que lo mejor de ti mismo espera en la siguiente estación
para que gobiernes tu tren sin inútiles equipajes
para que el más luminoso acervo sea tu bagaje,
si para ti todo ello es tan inefablemente evidente
como que el mar respira y siente
entonces guárdate bien de esos ataques de sentido común, hermano,
y consérvate especial: desnúdate sin sentir vergüenza,
no te dejes llevar jamás por una espiral de prudencia,
porque entonces la ilusión se borrará de tu cara,
la luz de tus retinas curiosas se apagará
y jamás habrás sentido tanto frío, tanta soledad
como el pajarillo en mano, aterido y mutilado,
pues cuando la lucidez del loco se instala
perderla supone caducar y morir en vida.
Vuela, vuela lejos, sigue buscando cielos nuevos,
corre con los ojos cerrados entre los cedros cortados por el viento,
con los brazos extendidos a la orilla del mar, como aquel sábado de marzo;
no le temas nunca a la Vida, brother,
no importa que alguna vez te des de narices con un tronco,
o escupas algún diente rebozado en arena
después de clavar tu cara en el suelo,
al menos sabrás lo que es ser libre;
caminar sin fabricarte cadenas, respirar sin viciar el aire
sin campanas de complejos sobre tu cabeza
que enmudezcan el lenguaje del mundo
y repitan lamentos huecos.
Yo también quiero seguir siendo un loco;
deseo secar cada lágrima con diez sonrisas,
quiero no codiciar más que mi libertad,
compartirla con otras libertades,
sin más ilusión en mis tobillos que el roce de la hierba.
Aunque no sepa buscar, aunque tardemos en volvernos a encontrar, yo sé que en ésta aventura que se llama vida tú, como buen hermano, vas a esperarme detrás del penúltimo recodo, y sé que tú también llevarás sal de mar en el pelo,
la sonrisa mojada, una que otra lágrima y los pantalones llenos de lodo ■ ae