Cómo fue eso. Aquel hablaba y se escuchó un ¡aaaaahhhh! junto a mí. No dije nada. No podia hacerlo, Él estaba presente, y le debia respeto. Aquél siguió hablando, yo me quedé callado pensando qué era lo más sensato. Devolví la mirada a quien estaba a mi lado mientras me decia: "ya puedes ser santo". Me reí. ¿Es que acaso se me negaba lo buscado por mi alma, o es que ya se presentó pero no lo descubrí por estar ocupado en otras cosas de la vida?, ¿o es que tendría dejarlo todo y empezar un nuevo VIAJE?. Poner la vida sobre la mesa y trazar el mapa de lo deseado, y entonces partir. Partir. ¿Qué? Sí: ¿qué?. Ésto es lo que tienes, quien te acompañará. Solo Él. Así es como lo conoceré más; Él sí me conoce a mí, yo a Él muy poco. Desde lo mas profundo de mi corazón quiero conocerlo y enamorarme de Él. Ese es mi deseo, el proposito de este nuevo Viaje ■ cg
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