Si aún surge del desalientoel aire de una canción,
si todavía algún príncipe duda
entro el trono del rey o la ley del talión,
si aún arde el último clavo
que despidió el hormigón,
si todavía hay alguna bandera
que tenga por patria ninguna nación...
ay, amor, es porque existes,
aleluya, aleluya
Si aún tienen rabo las nubes
que duermen en el desván,
si todavía hay quien sepa que "escrúpulo"
no es un parásito del alacrán,
si aún son los besos de Circe
la causa del talismán,
si todavía es el fruto del árbol
del bien y del mal un atávico imán
ay, amor, es porque existes,
aleluya, aleluya
Si aún se persiana un suicida
antes del salto mortal,
si todavía la carne de la soledad
se perfuma con flores del mal,
si aún no ha domado la Bestia
el alma del animal,
si todavía aletea algún pájaro dulce
entre tantas estatuas de sal
ay, amor, es porque existes,
aleluya, aleluya
Si aún no soporta el vampiro
no verse en su identidad.
si todavía hay quien tenga el honor
de ser cómplice del crimen de la verdad,
si aún no han aislado el genoma
del clon de la Trinidad,
si todavía es un vals lo que bailan,
ingrávidas, las fuerzas de gravedad
ay, amor, es porque existes,
aleluya, aleluya ■ http://fr.youtube.com/watch?v=t3NAumo4BQI







Pasaste por encima de mí
La final del torneo de Wimbledon (2008), entre Roger Federer (Suiza) y Rafael Nadal (España), estuvo, no solamente llena de dramatismo, sino sobre todo, llena de finura y clase. Los dos demostraron una impecable caballerosidad y sobre todo una enorme humildad. De veras que daban ganas de llorar cuando, al final del partido, durante la entrevista pública que les hicieron en medio de la cancha, Roger hablo muy respetuosamente de su contrincante, mientras que Rafa, el triunfador, no hizo más que poner muy en alto el nombre de Roger. Esto es lo que yo llamo un juego entre caballeros. LOS DOS SE MERECIAN EL PRIMER LUGAR. Impresionante ver la ecuanimidad de ambos jugadores, una vez terminado el dramático partido. Ojala y los seres humanos aprendamos un poco más sobre como competir, sin trampas, ni rencores, sin rabietas, ni enojos, sin echarle la culpa a nadie; al fin y al cabo, lo importante es COMPETIR Y VOLVER COMPETIR. FRACASAR no es cuestión de perder un partido, así como GANAR, tampoco es cuestión de ganar un partido Las personas siempre estamos en un eterno balance entre perder y ganar, entre acertar y fallar, entre reír y llorar. EL QUE GANA, no quiere decir que ya gano para siempre, y EL QUE PEIRDE, no quiere decir que ya perdió para siempre. Y así es la vida SOLO ESTA DERROTADO EL QUE HA DEJADO DE LUCHAR, sin embargo, EL QUE SE VANAGLORIA DE SUS EXITOS, ha alcanzado la mayor de sus DERROTAS ■ robert solis


